Mayor atención a las actividades principales Menor uso de los límites de crédito bancario con las compras de embalaje Flexibilidad frente a variaciones de demanda Aumento del índice de liquidez de la empresa, sin necesidad de inmovilizar capital Centralización del control Eliminación del riesgo de cambio (materia prima importada en embalajes de un solo uso) Previsibilidad presupuestaria Reducción de la presión fiscal en el impuesto sobre la renta Simplificación presupuestaria Mejor uso de los impuestos Visibilidad de punta a punta